Soy Gisela Gonzales y desde muy pequeña la marinera se convirtió en mi pasión; comencé a bailar a la edad de once años en los talleres del colegio y desde entonces no he dejado de practicarla porque siempre he apostado por la disciplina y el trabajo duro para lograr tus objetivos.
Llevo casi 20 años bailando marinera y siempre me gustó ir a los concursos para ver las propuestas de los bailarines y claro observar todo el proceso que implica bailar, desde que están sentados arreglándose hasta cuando calientan, entran al túnel y salen a la pista a bailar y algunos a “brillar”.
Todos hemos sentido alguna vez desilusión luego de un fracaso en un concurso de marinera, haber ensayado todos los días, hecho una dieta estricta, sacrificado eventos sociales, soportando lesiones e invirtiendo en clases privadas con el objetivo de dejarlo todo en la pista de baile y no haber logrado ese ansiado campeonato, porque solo puede haber un ganador entre cientos de parejas participantes.
Muchas veces me han preguntado en clases o por mensajes internos acerca de la falda de marinera que utilizo en los concursos, preguntas como: si la falda es pesada, la cantidad de paños que tiene, el tipo de tela que utilizo, el largo, los adornos que elijo o si es mejor con contra bobo; entre otras preguntas, esperando hallar una respuesta o “fórmula”.
Ha pasado más de un mes desde el concurso mundial de marinera y más de una bailarina coincidirá conmigo en que nuestros pies son uno de los más afectados luego de este certamen tan esperado por los amantes de la marinera.
La marinera norteña cada día capta más adeptos alrededor de todo el mundo y es que es imposible no amarla o admirarla al ver esos movimientos tan perfectos llenos de una emoción pura y genuina de los bailarines, que en algunos casos llega a calar en la piel del espectador a tal punto de que pase por su cabeza la idea de querer aprender a bailar marinera, seguida de la pregunta ¿podré a mi edad aprender a bailar?
Muchas veces ocurre que un mismo paso puede ser ejecutado de diferentes formas, dependiendo del estilo del bailarín, de su experiencia, del lugar donde se encuentre, de lo se acomode mejor a su cuerpo y sobre todo de la intención o emoción que el bailarín quiera darle al paso.
El 2018 se inició con el 58° Concurso Nacional y 8° Concurso Mundial de marinera norteña en la ciudad de Trujillo con nuestra primera presentación como escuela de baile en el majestuoso coliseo Gran Chimú. Tuvimos presencia en las diferentes categorías llevando más de veinte parejas con gran nivel que destacaron en todas las etapas del concurso.
Nuestro compromiso es ofrecer una experiencia única y positiva de baile, buscando la armonía entre la técnica y el desarrollo personal del alumno; asimismo ofrecerle todos los productos y accesorios que necesitará para complementar su baile.
Somos tu guía para buscar la mejor versión de tu baile, contamos con el mejor staff de profesionales especializados en la enseña de diversas danzas.
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